El poder ancestral del círculo.
En los círculos donde afrontamos lo que somos, escuchar es un milagro, y reivindico ese canto que es mío...
Janice Mirikitani, Donde están enterrados los cuerpos.
Sentarse en círculo es poder mirarse a los ojos. Es tener el pecho abierto y conectar nuestros corazones y nuestros úteros.
Cuando estamos en círculo no hay jerarquías, nadie se sienta a la cabecera de la mesa.
En un círculo somos todas iguales, todas aportamos nuestros saberes y compartimos nuestros dones. Es esa clase de sabiduría que se fue olvidando y quitando de manera intencionada para que apareciera lo vertical, la autoridad en una sola persona o ser. La base del sistema actual que es jerárquico y desequilibrado.
“El sistema patriarcal no se espera que nosotras dancemos con las fases lunares, que reconciliemos nuestras menstruaciones, que rompamos la enemistad histórica entre mujeres y nos reconozcamos y nos nombremos reconociendo la sabiduría sanadora y plural de las mujeres.
Sanarnos es un acto personal y político y pasa por recuperar el territorio-cuerpo con el territorio-tierra como una hermosa posibilidad para la vida. Y sanarnos también es una apuesta feminista. Nosotras decimos: sanando tú, sano yo y sanando yo, sanas tú.”
Lorena Cabnal, Red de Sanadoras Ancestrales de Feminismos Comunitario de Guatemala.
Entre mujeres la hermandad, el clan.
Cuando las mujeres nos sentamos en círculo aparece la Magia.
La hormona del amor aumenta, liberamos oxitocina cuando estamos junto a otras mujeres, es por eso que un círculo es un espacio para nutrirnos y sanar.
Juntas creamos un lugar seguro, un espacio donde no existe el juicio.
Cada una de las mujeres que componen el círculo tiene algo que aportar, un silencio, un saber, una habilidad, una canto, una anécdota. Habitar el instante, acompañar y escuchar es la clave. Al mirar a otra mujer que comparte, nos vemos reflejadas, nos proyectamos, nos sacamos las máscaras, nos desnudamos y aprendemos que lo que le pasa a una, nos pasa a todas.
No somos las mismas después de participar en un círculo, algo dentro nuestro se modifica, experimentamos la alquimia que es el arte de la transmutación.
En un Círculo existe un centro espiritual, un centro energético hacia donde van todas nuestras intenciones.
Todas somos vistas, escuchadas y tenidas en cuenta, cada una tiene su tiempo para poder hablar o callar, el respeto a lo que sucede es sagrado.
Únete al Círculo
“Todo aquello que eres capaz – o lo que sueñas que eres capaz- de hacer, hazlo ya. La audacia entraña genio, poder y magia”
- H. Murray, La expedición escocesa al Himalaya
Nuestra intención en Brilla Bruja es sembrar la semilla para que los Círculos de Mujeres, crezcan y se multipliquen.
Existe un anhelo en muchas de nosotras de formar parte de un círculo, los hay de lectura, de poetas, de bordados, círculos donde compartir recetas de cocina y de política. Existen círculos de amigas y de desconocidas, círculos de crianza y de feministas. Círculos de meditación y de bailes.
En los círculos se unen las generaciones, las abuelas comparten con las jóvenes, las mujeres maduras hablan de sus tránsitos y todas nos sentimos identificadas.
Unirme al círculo de mujeres Brilla Bruja.
¿Cómo participas?.
Escribiéndonos a hola@brillabruja.com
Cuando sea el momento oportuno, lanzaremos la llamada a cada una de vosotras que os habéis anotado. Estad atentas!!
¿Que necesitas?
Ganas.
Compromiso contigo y con las demás mujeres.
Tiempo para ti misma.
Un profundo anhelo del alma, que cuando estás en silencio contigo misma lo escuchas.
¿Sientes la llamada?
